viernes, 5 de septiembre de 2008

ARTÍCULOS, CUENTOS, POEMAS Y MÁS

¿Y la libertad, dónde queda?











Por: Ileana Isabel Blandón López

Hasta cuando en Nicaragua existirán personas que trabajan como una consola, sonando solo la canción que el dueño de las monedas quiere, hay episodios de nuestra vida que realmente son dignos de decepción porque la sociedad en que vivimos está llena de una enorme gangrena personificada y se disfraza con sacos y corbatas que sólo pretenden dar órdenes y atraer a las masas, como si fuéramos borregos, que obedecen a su superior y que están sujetos a su mandato sin derecho de réplica.



La libertad, es una facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, siendo éste responsable de sus actos. Cada persona tiene el derecho de expresarse según su conveniencia, y si no perjudica a nadie. Pero el sistema de orden mundial, la crisis económica y la política global, son problemas que nos impiden desarrollarnos, y peor aun, expresar nuestras ideas con libertad y sin temor a la censura o a las represalias.





Una transformación, en el modelo de vida que se tiene en la sociedad es a medias, sin embargo, cada persona por su cuenta intenta dar un paso hacia adelante aunque este no siempre sea bienvenido. Quienes con espíritu altruista, luchan hasta la muerte por la verdad y quienes defienden sus derechos, no son solo los héroes y mártires que conocemos, existen personas preocupadas por la paz mundial, por el equilibrio moral, por la corrupción, el maltrato y la injusticia, también por la salud alimentaria, la educación, el futuro y los problemas sociales, el problema es que no se hacen presentes.



Ser libre, no sólo significa estar sin cadenas, o lejos de las rejas, porque hay peores cadenas que nos atan como ser subordinados a los pensamientos ajenos, y eso es el peor clavo que cualquier ser humano puede tener, la alienación. Desde el punto de vista social, político, religioso o económico somos víctimas de la subordinación de ideas. La alienación va más allá de actuar por decisión mayoritaria, es un fenómeno que aprisiona los pensamientos y los reprime a tal grado que el individuo se convierte en una máquina irracional y sin criterio.





Pero, la verdadera libertad la podemos encontrar hasta en lo más mínimo, en todo aquello que disfrutamos y en lo que con certeza podemos ser nosotros mismos como en el arte, la escritura, el baile, la risa, y otros la encuentran cantando y recitando coros de protesta, de reflexión y de temas sociales que nos ayudan a mejorar y a salir del abismo profundo en el que nos sumergimos cuando actuamos por conveniencia de los demás, o por que simplemente no tomamos la determinación de actuar, positivamente.



Se debe proceder con determinación y con la perspectiva de que valemos mucho por lo que somos, no por lo que nos impongan e inciten ser o hacer ya que nadie tiene el derecho de impedir que nos expresemos, solo que debemos conocer cuáles son los límites para así poder convivir, por que no existe libertad absoluta, está limitada parcialmente por las leyes estipuladas en la Carta Magna, sin embargo, hay que luchar por mantener estas formas de expresión por que son un puente para cruzar la brecha de la censura y la incertidumbre de saber que somos libres y no ejercemos a plenitud ese derecho en vista a nuestra superación.

Correo: ile.blandon@yahoo.es

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